Estaba leyendo Twitter y vi este Tweet de un escritor español que me llevó inmediatamente a postear “lo voy a leer!!!”. ¿Porqué? Me pregunto ahora después de terminar la lectura de la novela y vuelvo a leer el Tweet, creo que fueron dos razones; por un lado la frase que lo encabeza: “Ese silencio cuando cierras un buen libro es maravilloso“. Una sensación de tranquilidad que da un libro que te transportó a otros lados tan necesario por estos días de Pandemia y confusión. Un efecto tantas veces comprobado y vivido cuando he leído que me han dado el cable a tierra que he necesitado. Y luego, “Roma” una ciudad que me ha gustado mucho y el invite a recorrerla nuevamente aunque solo sea con la imaginación es una propuesta que no puedo dejar de lado. De ese posteo en la red no solo fue lo anterior que me incitó a comprar la versión digital del libro en forma inmediata, sino también los mensajes que las personas iban dejando debajo.
Ayer lo he terminado de leer.
El protagonista es un aprendiz de periodista que nació en Milán una ciudad que detesta y deja atrás para mudarse a Roma que lo alberga pero no le contiene como ninguna razón en su vida lo hace hasta que conoce a una mujer que ama pero que tampoco lo domina. Leo es incapaz de sostener amistades, romances, trabajos, siempre deambulará por Roma tratando de escapar de sí mismo que al final perder el amor lo derrumba.
El último verano en Roma fue la primera obra del autor, una novela que ya se ha convertido en un libro de culto y que constituye un caso editorial casi único: ganadora del Premio Inedito 1973 y publicado por Garzanti, vendió diecisiete mil ejemplares en un solo verano, pero jamás se reeditó.
Si les interesa saber más leer:
GIANFRANCO CALLIGARICH, EL ÚLTIMO VERANO EN ROMA: LA APOSTASÍA DE LA LIBERTAD
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