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El Monarca de las Sombras

de Javier Cercas

 Las familias siempre guardan hechos y personajes, y creo como Javier Cercas que esas historias personales describen el contexto histórico y político de la sociedad en dónde viven o han vivido, pero cómo se las debe relatar ¿Cómo un literato? o ¿Cómo un periodista? en esa dicotomía se moviliza el autor.

En el Monarca de las sombras, Javier Cercas relata la lucha que implicó para él sacar a la luz la historia de su tío abuelo materno Manuel Mena, héroe en su familia y su pueblo Iberhernando, que murió a los diecinueve años en la batalla del Ebro, en 1938, hacia el final de la guerra civil. Se había alistado en la 3ª Bandera de Falange de Cáceres en 1936 y había alcanzado el grado de alférez provisional. Desempolvar ésta historia es para el autor tomar las riendas y hacerse cargo del pasado de su familia en contradicción con sus propia ideología.

El título de la obra alude al episodio de la Odisea en que Ulises se encuentra con Aquiles en el Hades y éste le confiesa que preferiría ser el más humilde de los siervos a reinar sobre todos los muertos, excelente frase que  define el destino de su familiar.

Leí el libro tratando de que se descubra lo que estuvo silenciado o se devele esa parte no escrita ni por los que ganaron ni por los que perdieron, que se mantuvo oscura pero debo decir que no hay grandes descubrimientos, una buena parte es la entrevista y la historia del “Pelaor” Antonio Ruiz Barrado, cuyo padre fue asesinado por los franquistas, dice poco y nada sobre Mena, pero afirma: "Entonces se mataba por cualquier cosa. Así fue la guerra. La gente dice ahora que era la política, pero no era la política. No sólo". Una historia que nos acerca a nuestras propias grietas de la historia argentina. 

Otra parte que en particular a mí no me sedujo pero quizás a otros lectores, si les puede interesar es el relato de la Batalla del Ebro.

Pero como dice una nota de la crítica en el portal Babelia, “ No a todo el mundo le parecerá bien, sin duda, esta novela valiente y persuasiva; no propone un armisticio tramposo, sino un eco de aquella demanda lacerante de “paz, piedad, perdón” que Manuel Azaña dirigió a todos cuando aún estaban las armas humeantes.

 

 


Manuel Mena, uno de nosotros

QUIZÁ 'EL MONARCA DE LAS SOMBRAS', COMO DICE CERCAS, ES EL VERDADERO FINAL DE 'SOLDADOS DE SALAMINA'

La novela se va haciendo a la vista del lector. Y es que Cercas no sólo se la cuenta a los lectores, sino a sí mismo —que ha deseado y temido escribirla—; a su madre, que es la sobrina del protagonista; a los vecinos de su pueblo que saben que es escritor, al cineasta y escritor David Trueba (que también podría contar otra historia, la suya, que queda en esbozo). Y a la vez el curso del relato in fieri, que tantea sus alcances pero que nunca vacila en su propósito, dialoga con otras novelas del escritor. Igual que La velocidad de la luz lo hizo con la responsabilidad de haber escrito Soldados de Salamina e igual que El impostor —otra novela compartida activamente con familia y amigos— conversa con Anatomía de un instante. Trueba dice en sus páginas que “no son los libros los que deben estar al servicio del escritor, sino el escritor el que tiene que estar al servicio de sus libros”. Quizá esta novela —escribe Cercas— es el verdadero final de la trama de Soldados de Salamina: un recuerdo que revive y se va configurando como fábula moral. Se escribe para saber más, entender, no juzgar…, porque “las novelas son como sueños o pesadillas que no se acaban nunca”. Y todas las historias se parecen: esta novela tiene como espejo una de Dino Buzzati (El desierto de los tártaros), un cuento de Danilo Kis (‘Es glorioso morir por la patria’) y unos versos de la Ilíada (donde Aquiles muere con honor y belleza) y otros de la Odisea, donde el mismo Aquiles reconoce en el Averno que prefería ser un modesto campesino a un monarca del reino de la muerte. De ahí viene el título de la novela.

 

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