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La Orfandad, de Sylvia Iparraguirre.

Llegó hasta mí esta novelaLa Orfandad” porque fue un regalo de mi amiga Cecilia Parietti que agradezco, ya que con este puente de regalos de libros establecemos un círculo de lectoras selecto y exclusivo a nuestras charlas.

Con un bonito texto descriptivo se cuenta la historia de dos seres cuyas vidas corren paralelas a comienzo de los años 20, que al final confluyen sencillas y armónicas en un pueblo típico de la Provincia de Buenos Aires elegido como su lugar en el mundo.

Por un lado Sonia, una huérfana criada por las monjas de un Orfanato, acorralada por su pequeño mundo decide traspasar el umbral de su historia de soledad cuando conoce una hombre en Mar del Plata. Esta historia te acompañará toda la lectura hasta su desenlace casi al final de la novela. Y, por el otro lado, Pissano un anarquista que lucha por sus ideales, a causa de ello es procesado y confinado en una cárcel del pueblo. Allí vive también la soledad y la traición de un sistema corrupto hasta que es liberado entonces sigue adelante con sus ideas pero descubre que al pueblo hay que entenderlo y no imponerle los pensamientos.

La descripción del ambiente de campo las costumbres de esos años te envuelven y te hacen sentir esos tiempos allí, como así también la soledad de estos personajes en busca de su libertad individual.

Hay reflexiones que se disfrutan desde lo histórico social, pero se quedan allí diluidas en una historia de amor que no llega a cautivar del todo sino por momentos.

Desde mi punto de vista la resolución final de la historia es la más interesante y la que no queda desarrollada, esa que involucra las ideas políticas de los viejos anarquistas de principios de siglo hijos de inmigrantes y las generaciones hijas del peronismo, las divisiones de las familias por esas ideas y el amor que siempre en sus diferentes formas “libera”. De cualquier manera sólo soy una simple lectora que se deja llevar por sus gustos y para nada puedo evaluar la técnica que aplica de manera singular Iparraguirre.